Los Cuatro Elementos


LOS CUATRO ELEMENTOS



 

En grado simbólico el estado sólido (tierra) significa aquello que representa nuestra envoltura más externa, la envoltura solida, esto es, el cuerpo viviente. El estado líquido (agua) corresponde al estado de la vida del afecto y del instinto. El estado gaseoso (aire) corresponde a un estado aun más móvil, algo así como la libre movilidad de la actividad del entendimiento. El fuego corresponde a aquello que va mas allá de lo corporal, afectivo y mental – la fuerza de voluntad dentro de nosotros – estas son las cuatro heredades de la actual evolución humana. Si contemplamos la Tierra como un todo veremos que posee los cuatro elementos. Nos encontramos con que bajo la corteza terrestre volvemos a encontrarlos. Esto nos permitirá reconocer que la corteza terrestre, en forma análoga a la piel, representa una especie de límite y a la vez un miembro de unión entre lo interior y lo exterior. Es sagrado deber evolutivo del ser humano el emplear conscientemente que el fuego que alberga dentro de si, como yo tocado por la chispa de Dios, para transformar con su fuerza lo mas bajo en lo mas alto, para fundir conscientemente las materias y, de ese modo, convertir en trabajo consciente lo que en la naturaleza y sus seres vivientes fuera proceso de digestión inconsciente. Cobrar conciencia de las fuerzas nutricias, cuyas verdaderas vitaminas son las irradiaciones celestes de los seres zodiacales superiores, cuya huella obra, como esencia de su existencia y de su vida, en el mineral, la planta y el animal. De modo que su misión pasa a ser la de convertir el alimento celeste en valores humanos, el poder de transformarse a si mismo. Solucionando de esta manera el problema del enigma de la esfinge. El cuerpo es tierra (Tauro), las alas es el agua (Escorpio), las garras es el fuego (Leo),la cabeza es el aire (Acuario).De este modo se abren para el hombre cuatro campos de acción en el camino de superación. El primero es el de la tierra, el hombre cobra conocimiento de las leyes naturales que los altos seres del zodiaco han colocado en la materia. La ciencia y la técnica humanas. El segundo campo es el del agua: la vida de las pasiones, el dolor y el placer, el contenido total de la vida de los deseos, el amor y el odio, la alegría y el dolor. El objetivo es que el padecimiento sea elevado a la categoría de fuerza capaz de hacer brotar de ella misma la energía capaz de curar ese mismo padecimiento. El tercer campo es el del aire: si el hombre no poseyese mas que el entendimiento animal, esto es, la mera capacidad de ser guiado por motivos subsistentes de los recuerdos placenteros o dolorosos, entonces carecería del entendimiento humano, de aquello que llamamos razón, cuya peculiaridad es la de independizar la vida pensante de la vida instintiva, librándola de las pasiones. El cuarto terreno del trabajo alquimista es el del fuego: de las profundidades de la revelación del yo, el verdadero atributo humano, debe surgir el esclarecimiento sobre la ley moral como espejo de la voluntad suprema. Transformación del núcleo egoísta que a través del propio sacrificio se supera a si mismo, así consigue la autodeterminación de su yo y la obtención de la total libertad interior. (?).Interpretación del acertijo de la esfinge: andar en cuatro patas significa pertenecer a la tierra, a lo mineral, cuyo símbolo antiguo era el cuadrado. Por la noche, una vez completado su camino, el hombre ha ascendido al fuego, cuyo signo era el triangulo con el vértice hacia arriba.

Oscar Adler


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